
Dentro de la categoría de sésamo confitero se existen tanto variedades de sésamo blanco como de sésamo negro. Su principal característica es que son altamente apreciadas y valoradas por su sabor e inocuidad ya que se producen en un sistema con mínimo o nulo uso de agroquímicos, lo que permite comercializarlo en mercados muy exigentes en controles de trazas de pesticidas.
Son variedades dehiscentes. Por lo que la cosecha necesariamente se realiza de forma manual y requiere un manejo artesanal. Representa uno de los principales rubros de renta para los agricultores de pequeña escala, generando un gran impacto social y económico en el sector rural beneficiando a cerca de 40.000 familias productoras.
Variedades más apreciadas comercialmente:
Escoba: sésamo blanco, ramificada, ciclo de 120 días, rendimiento potencial 1.200 kg/ha, de excelente sabor.
SH1: sésamo blanco, univara, ciclo de 90 días, rendimiento potencial 1.200 kg/ha, buen sabor.
Kemagro 2: sésamo blanco, univara con capacidad de ramificación, ciclo de 90 días, rendimiento potencial 1.200 kg/ha, buen sabor.
Negro: semi ramificada, ciclo de 90-100 días, rendimiento potencial 1.000 kg/ha, de cáscara simple, sabor agradable al tostar.